Sin derecho a la indignidad
Qué paradoja que a un hombre y su negación no lo quieran recibir
en ningún patio indigno para pasar el resto de sus días allá en la cárcel, en la fábrica del llanto...
Qué
paradoja que la desgracia existencial no tenga derecho ni siquiera a la
indignidad...
Nunca
había visto a un condenado a cadena perpetua por anticipado, que hasta sus
pares lo condenan al aislamiento perpetuo, allá en la fábrica de la
indignidad...
¿Cómo será eso de morir vivo por anticipado en un destierro existencial por allá en una cárcel, sin
tener derecho ni siquiera a la indignidad?
germanpabongomez
El Portal de Shambhala
diciembre de 2016
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