De los pos acuerdos hacia el posconflicto
La firma del fin de la confrontación armada con las FARC y a futuro con
el ELN, no significa la inexistencia de las contradicciones que constituyen
fuentes de conflictos verticales, horizontales, transversales, regionales y
sub-regionales que nacen, crecen y reproducen al interior de la sociedad
colombiana.
Esa firma constituye el primer paso hacia la apertura de las fases del
posconflicto y fases de pos acuerdos para que se traduzcan en normas
constitucionales, y desarrollen como leyes orientadas hacia la construcción de los nuevos consensos…
Lo anterior, bajo la aprehensión que la superación de aquellos traducen
instrumentos de construcción de paz y apuestas efectivas a prevenir que los
diversos conflictos y la otrora confrontación armada hagan metástasis, se
reproduzcan y manifiesten en indistintas expresiones de violencia.
Por tanto, el ejercicio de pensar, desde ahora, en las fases de los pos acuerdos
hacia lo concreto de los posconflictos, conduce a reflexionar acerca de la
necesidad de concertar voluntades políticas en la mirada de prevenir metástasis...
Las cuales, es posible, como probable, que broten debido al abandono al que puedan
verse sometidas las víctimas del pasado, víctimas actuales, víctimas futuras,
antiguos ex–combatientes regulares e irregulares, o por la omisión y el
desinterés institucional respecto de la superación, disolución y solución real
de contradicciones generadoras de conflictos y expresiones de violencia de
diversa índole.
La paz o mejor la pos-confrontación armada y posconflictos a mas de
constituir senderos de asistencia a las víctimas y ex–combatientes regulares e
irregulares, en asuntos jurídicos, vivienda, alimentación, formación técnica
encaminada a forjarlos en proyectos productivos, emprendimientos, derecho a la
salud, a la educación técnica, universitaria, derecho al trabajo, mecanismos de
participación política, entre otros...
También, involucra estados anímicos, lo cual traduce que a los otrora actores de la guerra se
les debe prestar asistencia psicológica y psiquiátrica que les
permita adaptarse como sujetos de derechos y deberes al
interior de la nueva vida en sociedad democrática, procurando evitar que
lleguen a padecer las crisis agudas del denominado síndrome de la posguerra.
En esa medida, el camino que conduce hacia el logro de la
construcción de la paz duradera y estable con equilibrios y justicia social, es
el sendero que nos espera transitar en los pos acuerdos hacia la disolución y
superación de los conflictos para poder hablar en realidad de posconflictos.
Esos senderos en los que no cesarán de aflorar sorpresas, enemigos y
obstáculos que se atraviesen hacia la construcción de la paz, corresponde
recorrerlos al Estado, a organismos nacionales, municipales, departamentales, la empresa privada, la comunidad internacional
y a la sociedad colombiana entendida como un todo.
En las fases de los pos-acuerdos y posconflicto de lo que se
trata es de construir el nuevo pacto social, con
nuevas expresiones de democracia social, política y económica, y a partir de la
reconstrucción de las relaciones sociales, unas deterioradas, otras
destruidas por los diversos conflictos que dieron espacio y cabida a la
confrontación armada y manifestaciones de violencia.
Puede afirmarse de manera general que las fases de los pos-acuerdos hacia
la realidad del posconflicto, son las fases reales de atención a las víctimas
del pasado, victimas actuales y futuras víctimas, bajo el entendido que a éstas
no se las puede olvidar ni someter al abandono.
germanpabongomez
Bogotá, julio de 2015
El Portal de Shambhala
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