#TodosSomosPazYPosconflicto


En el ejercicio de la política, de pronto acaecen terremotos predecibles, se estremecen estructuras antiguas, columnas, vigas de amarres, alerones, las fachadas se fraccionan, desgastan, se corroe el estuco y las barnizadas de impermeabilizantes se diluyen. 

Los cimientos de la guerra se revientan, explotan, no aguantan tanto desgaste, no responden. Las cúpulas de torres y campanarios ruedan, se desmoronan, las campanas y homilías se silencian, algunos homiliarios acostumbrados a la plusvalía de la guerra, tartamudean, balbucean, y otros pierden el habla, el lenguaje: 

Los recintos en donde se oficiaba con frases hechas y lugares comunes se desocupan. 

Los feligreses quienes concurrían con fervor y devoción a aplaudir con ganas y sin ganas a los campaneros de la guerra, a comulgar migajas, a escuchar como invitados de piedra, desfilan con disimulo para que nadie los observe, algunos comienzan a correr a zancadas para guarecerse en otros cobertizos en donde les ofrezcan albergues transitorios, algunos corren invadidos de miedo, despavoridos, otros, corren heridos, a otros los evacuan en camillas, se escucha la alarma estrepitosa de las ambulancias, otros de manera lenta se sacuden el polvo, las cenizas. 

Cuando se anuncia la llegada del Proceso de Paz, la polvareda invade el espacio, los lares, todos los rincones, y no permite a los campaneros de la guerra, ver con claridad la puerta de entrada ni la de salida. 

Cuando se anuncia la firma del final de la confrontación armada con las FARC y a futuro con el ELN, la música no se escucha nítida, tan sólo vaporosa, a lo lejos se escuchan los violines en invierno de Antonio Vivaldi, en algunos recintos sólo se escucha la marcha fúnebre de Chopin anunciando lamentos y el ambiente se invade de una atmósfera de sepelios. 

Cuando se anuncia que las FARC oficiarán en la política sin armas, los escépticos se reúnen, tratan de encontrar explicaciones, lloviznan preguntas sin respuestas, preguntas que nadie se atreve a responder, otros tienen conocimiento de las respuestas y callan porque, unos se acostumbraron a escuchar la algarabía los homiliarios de la guerra, y otros se habituaron a la democracia de cafetería, la del silencio duradero, y debido al impacto, esperado, inesperado, previsible, imprevisible, por azar o causas acumuladas, piensan de inmediato en construir, reconstruir, levantar las bases, cimientos, columnas, en volver a poner las campanas en el lugar de siempre, en invitar de nuevo a los homiliarios en el mismo púlpito guerrerista de los lugares comunes. 

Transcurren meses, la construcción de la Paz se inicia con voluntades consensuadas, ingenieros y arquitectos recomiendan cambiar estructuras, fortalecer cimientos, corregir errores estructurales, evaluar las causas internas y externas que produjeron el derrumbe de las catedrales. 

En verdad, el ejercicio de de-construir y construir, levantarse, continuar y construir camino hacia la Paz estable y duradera, es una praxis cotidiana, ininterrumpida...

En donde lo esencial no es detenerse a contemplar, el derrumbe, ni en solazarse con el dolor, tristeza o angustia, sin medida, de los sepultados, sino en brotar con la fuerza suficiente para levantarse y aprender de los errores del holocausto, toda vez que el primer derecho que tiene el hombre es el derecho a equivocarse, el derecho a perder el rumbo entre las tinieblas, pero también a encontrar de nuevo el camino, encontrar la salida, a corregir, enmendar, máxime cuando en el ejercicio de la política los aciertos como desaciertos, los triunfos como las derrotas no solo afectan individualidades, sino también a colectivos ciudadanos. 

La construcción de la Paz con miras a los pos-acuerdos y posconflicto, con terremotos o sin terremotos políticos, nos convoca a la construcción de un proyecto social-demócrata de inmediato, mediano, de largo, de permanente acción, alcances y ejecutorias, para pensar en las nuevas expresiones de democracia que se avecinan, entendida como espacio inter-actuante de roles efectivos, no ajenos, ni distantes, como espacio de reconstrucción de la confianza en las instituciones, en la democracia directa y participativa… 

La construcción de la Paz con miras a los posacuerdos y el posconflicto, nos convoca a construir ciudadanía alrededor de Ciudadanos Vivos (no simples votantes peregrinos) alrededor de gestión de proyectos y ejecutorias que convoquen a los reinsertados, a las víctimas, a los excluidos, a quienes nunca fueron invitados, a los escépticos, para incluir las mixturas sociales que no han encontrado reconocimiento, porque siempre los señalaron como: extraños. 

La construcción de la Paz con miras a los posacuerdos y el posconflicto nos convoca a construir sentimientos de pertenencia, alrededor de un proyecto de democracia ciudadana, real, estable, duradera, con justicia social, en la cual tenemos cabida todos porque Todos Somos Posconflicto, sin exclusiones ni exclusivismos.

La democracia no tiene dueños y, la convocatoria es a exigir la Paz como derecho y deber constitucional, porque #TodosSomosPaz y #TodosSomosPosconflicto...

germanpabongomez

Bogotá, enero de 2016

El Portal de Shamballa


Comentarios

Entradas populares de este blog

Inferencia Razonable de Autoría o Participación del Delito investigado.- Marco conceptual

La Atipicidad Objetiva o Atipicidad Subjetiva, como causal de Preclusión debe ser absoluta

Nulidad por deficiencia en hechos jurídicamente relevantes en la formulación de imputación. El Juez de conocimiento debe pronunciarse sin esperar el traslado a las observaciones sobre el escrito de acusación